El retorno a operaciones requiere de una gestión empresarial que no sólo garantice la continuidad del negocio, sino que también considere en su adaptación las recomendaciones técnicas, normativas, de gestión de riesgo y amplio conocimiento temático propuesto por distintos organismos a nivel internacional.
A continuación te presentamos recomendaciones para la implementación empresarial para el retorno responsable que integran las principales disposiciones de estas entidades bajo cuatro líneas principales.
1.-Adopción de protocolo empresarial para la reapertura de operaciones, con enfoque en seguridad y salud ocupacional para la resilencia empresarial
Para llevar a cabo este punto se sugiere, en primera instancia, de la definición y establecimiento de un comité de bioseguridad encargado de mantener los controles y protocolos que garanticen que los colaboradores estén sanos.
Lo anterior, implica la formación y concietización del personal sobre autoprotección, tanto en sus lugares de trabajo como en su espacio o vida personal, la aplicación de cuestionarios de detección y exposición al virus, así como el mapeo de riesgo a exposición al mismo, vinculado con las actividades que se realizan en el centro de trabajo, adoptando todas las acciones posibles para mitigar el riesgo relacionado.
También, establecer procedimientos para ausencias por enfermedad o cuidado de familiares, escalonamiento de horarios, gestión de visitas externas, desplazamientos de trabajo y viajes.
Dentro de lo posible se debe de mantener la estrategia de teletrabajo total o parcial, teniendo de este modo repartidos los equipos entre la oficina y hogares.
Sumado a estos esfuerzos se deben evaluar las instalaciones para ver si se requiere de un retorno especial o escalonado, así como adecuaciones que garanticen la seguridad.
Los productos de higiene necesarios para seguir las recomendaciones de sanidad deben de ser proporcionados de manera gratuita, adaptándose a cada actividad concreta de los empleados.
2.-Gestión responsable de la cadena de suministro y distribución
Una correcta gestión de proveedores requiere de comprender la importancia de material clave para la operación, así como el riesgo que representa para la empresa su desabastecimiento. Para enfrentar esta situación se sugiere un plan de contingencia para obtener suministros de proveedores en otras regiones, balancear la oferta y demanda, construir un amortiguamiento de inventario en existencia, así como reducir los tiempos de reabastecimiento con modos alternativos de transporte.
Priorice sobre los productos con amplio margen y aquellos con alto costo de oportunidad, determinando proveedores alternativos potenciales, desarrollando agilidad y velocidad en la cadena de suministro y creando microcadenas de suministro más cercanas al punto de compra.
Finalmente apoye a los proveedores para reiniciar sus operaciones.
3.-Innovación y reinvención del negocio: Adaptación y rediseño de la empresa.
Esto implica la generación de un plan de continuidad del negocio que analice las nuevas oportunidades de reinvención del mismo, adaptadas a los impactos económicos y sociales derivados de la pandemia.
La innovación digital es un factor clave para afrontar la nueva normalidad, la manera de consumo ha cambiado requiere de mecanismos y plataformas seguras.
La alianzas público-privadas son importantes durante los tiempos de crisis y ayudan a fortalecer las operaciones y la continuidad de los negocios.
4.-Rol Social de la Empresa: Iniciativas empresariales de respuesta frente al Covid-19
Las estrategias de vinculación social son ahora más importantes que nunca, la situación derivada de la crisis requiere de aportes a las necesidades sociales más allá de la filantropía, donativos o gasto social, esto es procurando el bien común.
Los programas e iniciativas de inversión social comienzan en casa, por lo que es importante ejercer solidaridad con los colaboradores, luego priorizar con grupos vulnerables.Evaluando programas e iniciativas para contribuir a acciones solidarias.
La comunicación y el diálogo con la sociedad debe ser desde la empatía, con total transparencia y separando la estrategia comercial de la actuación social.
Únicamente las empresas que adopten en su retorno a operaciones la adopción de medidas de bioseguridad y las mejores prácticas de prevención pondrán garantizar el cumplimiento establecido por los gobiernos y aquel que demanda la sociedad.