El regreso de operaciones requiere de la adopción de medidas de bioseguridad y las mejores prácticas de prevención para evitar la propagación del Covid-19. A continuación te compartimos 5 medidas generales y criterios básicos de reactivación de operaciones
1.- Adopción de protocolo empresarial para la reapertura de operaciones y resilencia empresarial
Un retorno a operaciones seguro requiere de un marco de actuación de resilencia actualizado que responda ante los principales riesgos e impactos detectados para el contexto post-coronavirus. Para lograrlo, es necesario realizar un nuevo mapa de análisis de las partes involucradas y una gestión del riesgo acorde a la norma ISO 3100, para posteriormente actualizar el plan de continuidad bajo lineamientos de la ISO 22301, mejorando con ello la capacidad de resilencia.
Identifique diferentes modelos de reapertura y elija el que mejor se adecúe a su sector, tamaño de empresa y país, así como al nivel de exposición de sus colaboradores ya sea bajo, medio o alto.
Recuerde que las acciones estructuradas para el plan de regreso deben garantizar un equilibrio entre el riesgo de contagio y el retorno a actividades deseados.
2-Protección Laboral: Salud y Seguridad Ocupacional y protección de la salud en los espacios de trabajo
Priorice las medidas preventivas a tomar, evalúe los riesgos laborales (teniendo en cuenta las condiciones de los puestos de trabajo, las psicofísicas y de salud de sus colaboradores) y adopte una perspectiva de género ante los retos de labores de cuido y violencia que las situaciones de confinamiento derivadas de la pandemia podrían complicar.
3.-Gestión responsable de la cadena de suministro y distribución
Uno de los puntos críticos de la reapertura de operaciones será el análisis de impacto de la pandemia en la cadena de valor y la gestión responsable de los proveedores.
Una situación que dejó al descubierto esta crisis es la vulnerabilidad de las cadenas de suministro tradicionales. Para crear un plan de respuesta se tiene que considerar la escasez de materiales y la afectación de tiempos de entrega, incumplimiento o desabastecimiento derivado de las medidas de control ante la propagación del Covid-19.
Lo que naturalmente constituye una prueba de resistencia y adaptabilidad de las cadenas de suministro, como se entendían antes de la emergencia sanitaria, promoviendo su interconexión, transparencia, agilidad y flexibilidad. Una buena práctica para ello, son las alianzas estratégicas y las políticas de responsabilidad con proveedores, especialmente en plazos de pago.
4.-Innovación y reinvención del negocio: Adaptación y rediseño de la empresa
Adaptarse a los nuevos requerimientos del cliente o consumidor, del mercado y de la capacidad de la empresa, será una de las estrategias necesarias para el retorno a la nueva normalidad.
Replanté la manera en la que sus productos y servicios puedan satisfacer las necesidades sociales, recurriendo también a la innovación o la tecnología.
El compromiso de una empresa con su comunidad puede verse reflejado en acciones donde se modifique la producción o servicio para dar atención a necesidades de emergencia en la población.
5.-Rol Social de la Empresa: Iniciativas empresariales de respuesta al Covid-19
La pandemia tendrá efectos a largo plazo en materia económica y social que serán un reto enorme para países centroamericanos, como lo son la pobreza multidimensional, rezagos en educación, salud y empleo; así como el cambio de estilo de vida de nuestros clientes y consumidores.
Es por ello que las empresas requieren analizar tanto los efectos en el individuo (persona) como la colectividad (sociedad) derivados de la pandemia, especialmente aquellos que generaron impacto emocional y cambiaron los valores de las personas, entre ellos: el miedo al contagio, la violencia intrafamiliar, las tareas de cuido y la crisis económica.
Teniendo en cuenta lo anterior, se pueden definir los programas y proyectos de inversión social estratégica y las alianzas público- privadas que pueden beneficiar a nuestra organización.
La manera en la que las empresas se adapten a las nuevas reglas de funcionamiento social, prevención y bioseguridad marcará la distinción entre aquellas que puedan continuar operando y las que se vean rebasadas por la realidad post pandémica.
Información extraída de la “Guía: Medidas responsables para la reactivación empresarial para la Región Centroamericana y el Caribe”.
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