La protección laboral es el principal compromiso de una empresa frente a la pandemia y un requisito indispensable para el retorno a operación del negocio.
¿Cuáles son las consideraciones que debe de tener su empresa?
Uno de los principales impactos que plantea la crisis originada por la pandemia se encuentra en la gestión del capital humano. Por lo que las acciones de protección laboral y la gestión responsable de los colaboradores son dos elementos críticos para la reactivación empresarial.
Para las empresas, la protección laboral deberá ser implementada con un enfoque en la gestión de potenciales riesgos a la vida, integridad y salud. La empresa debe conocer y cumplir las disposiciones legales establecidas en material laboral, tanto las generales como las excepcionales para el retorno a operaciones.
Evaluación, el primer paso
La evaluación de los riesgos debe de estar adaptada y contar con los mecanismos para responder ante una pandemia. La pirámide de riesgo ocupacional COVID-19 (OSHA) recomienda la clasificación en cuatro etapas de acuerdo con el nivel de exposición de los colaboradores en: bajo, medio, alto y muy alto.
El nivel de riesgo depende en parte del tipo de industria, la necesidad de contacto con personas con sospecha de infección o el requerimiento de contacto repetido y prolongado con personas infectadas.
Lo que da como resultado tres grupos de trabajadores según riesgo de exposición: aquellos con exposición directa, en donde podemos encontrar a personal de salud, los de exposición indirecta donde se encuentran clasificadas las personas trabajadoras en: atención de personas, servicios de transporte, vigilancia personal de aseo y servicios generales y los de exposición intermedia, que engloban las demás actividades económicas.
La evaluación de riesgos laborales de las condiciones de los puestos de trabajo es importante, sin embargo, también lo es considerar las condiciones psicofísicas y de salud de los colaboradores que los ocupen.
Por ello, dentro del enfoque de protección laboral integral se sugiere la incorporación de un eje de género y los retos que puedan tener en el desarrollo profesional la combinación de las labores de cuidado de menores y personas vulnerables o potenciales riesgos de violencia y acoso que pueden agravarse durante las condiciones de la pandemia
Priorice las medidas a tomar
Desde el mantenimiento de distancia de seguridad y la prevalencia del teletrabajo en la medida en que sea posible, así como medidas higiénicas, utilización de equipo de protección, hasta las medidas organizativas que podrían implicar cambios de horarios, adecuación de líneas de producción o jornadas escalonadas.
Ante casos de contagio
Dando respuesta al protocolo se debe considerar la desinfección de áreas, medidas de cierre o aislamiento de las zonas afectadas.
La comunicación interna y externa es muy importante es necesario hacerlo manera activa y transparente sobre cualquier situación de contagio, así como promover y evitar la discriminación y estigmatización de las personas que se han contagiado o que tienen condiciones médicas preexistentes que las hacen vulnerables al COVID-19.
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