Migración: su relación con el cambio climático y la salud pública
De acuerdo con la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), la pandemia por el COVID-19 y el cambio climático serán importantes causantes de migración que requieren de respuestas más allá de la “narrativa de crisis” que aborden estrategias a largo plazo.
La conexión entre migración, cambio climático y la salud pública nunca habían sido tan evidentes como en el contexto de la pandemia de COVID-19, es la conclusión a la que llega el artículo “COVID-19, Cambio climático y migración: construyendo crisis, reforzando fronteras”, que forma parte de la serie de publicaciones de la OIM sobre los efectos de la pandemia en la movilidad humana.
Donde expone que estos tres fenómenos tienen en común un encuadre de crisis que no sólo responde a su tratamiento en los medios o en la opinión pública, sino también en una narrativa de respuesta a corto plazo, en lugar de la adopción de enfoques más preventivos e integrados.
Según lo expuesto por el artículo, es precisamente esta “narrativa de crisis” comúnmente asociada con la inestabilidad, incertidumbre y urgencia, lo que evita que se concilien las intervenciones con medidas preventivas a largo plazo que respondan realmente a la naturaleza de los fenómenos.
Las “narrativas de crisis” fomentan medidas de emergencia reactivas que no son la opción más adecuada para solucionar el cambio climático, los fenómenos migratorios y la desigualdad.
Lo que ha puesto de manifiesto la pandemia por COVID-19 es una serie de causas y efectos que amenazan con agravar las condiciones de vida de los más vulnerables: migrantes desplazados por situaciones de conflicto, inseguridad alimentaria o efectos del cambio climático.
Los impactos del cambio climático están haciendo que muchas de las personas que habitan en ambientes más vulnerables tengan que migrar, en un fenómeno conocido como migraciones climáticas. A su vez, el cambio climático está multiplicando los efectos de otras amenazas como la pobreza, así como la resolución de conflictos y violencia.
El COVID-19 como pandemia no ha tenido un efecto unificador, se ha caracterizado por respuestas distintas entre las que encontramos también el cierre físico de fronteras o inclusive discursos xenófobos.
La negativa a percibir estos problemas y su interconexión es una de las mayores dificultades a las que se enfrenta el mundo para abordar con de manera correcta las desigualdades a nivel económico y social, y finalmente para generar las políticas y mecanismos de solidaridad para enfrentar la próxima crisis mundial.
Más sobre este artículo en: https://environmentalmigration.iom.int/blogs/covid-19-climate-change-and-migration-constructing-crises-reinforcing-borders