¿Por qué la economía circular es el nuevo modelo para el crecimiento económico de ALC?
Con la aceleración de la crisis climática debido a la pérdida de biodiversidad, incremento de residuos, contaminación y escasez de materias primas; la economía circular toma relevancia como un modelo que podría generar oportunidades de crecimiento económico sostenible, sobre todo en países en vía de desarrollo en América Latina y el Caribe (ALC).
La economía circular es un modelo de producción y consumo que garantiza el crecimiento sostenible en el tiempo: optimizando los recursos, reduciendo el consumo de materias primas y aprovechamiento de los residuos, convirtiéndolos en nuevos productos.
Además, que beneficia en la reducción de la huella de carbono, debido a la vinculación que mantiene con las estrategias de mitigación y adaptación al cambio climático, reduciendo la huella de carbono con tecnologías limpias, eficiencia energética y gestión sustentable de recursos.
Sobre este punto, la Fundación Ellen MacArthur (2019) estima que el cambio a energías renovables podría reducir las emisiones en un 55 % en la región y el 45 % podría ser abordado con economía circular.
Dichas características la sitúan como uno de los elementos de recuperación resiliente y baja en carbono a promover en la “nueva normalidad” posterior a la pandemia por COVID-19.
Según un estudio de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) en América Latina y el Caribe (ALC) se genera alrededor de 1 kilogramo diario de residuos per cápita, una cobertura de recolección de residuos más alta en comparación con la media mundial. Una región que además recicla sólo el 4% de los residuos sólidos urbanos.
De acuerdo con la CEPAL (2020) si el sector de los residuos y el reciclaje de America Latina y el Caribe se desarrollara como un sector clave, se podría contribuir a la reactivación económica verde con la creación de casi 450.000 empleos estables y un aumento del 0,35% en el PIB de la región.
Promover la circularidad requiere de impulsar políticas de eco ediseño que permitan el uso mínimo de recursos y el aprovechamiento de recurso reciclados de alta calidad; así como luchar contra la obsolescencia programada y homogenizar elementos de diseño, especialmente en los aparatos electrónicos.
Actualmente, la mayoría de las iniciativas de la región se asocian a la gestión tradicional de los residuos, por lo que la creación de normas sobre el uso de insumos a lo largo del ciclo de producción, la prohibición del uso de sustancias tóxicas y la promoción de la reutilización e innovación, así como la sensibilización de los consumidores podría fortalecer la inserción de la economía circular.
Conoce más sobre este tema en: https://www.cepal.org/