La crisis del COVID-19, una oportunidad para la recuperación verde de la región

Representantes de la Cooperación Internacional se reunieron en un conversatorio organizado por la Red Integrarse con la finalidad de dar a conocer los programas que apoyan a la recuperación sostenible de la región y el rol del sector empresarial en su ejecución.

A pesar de que Centroamérica ha sido una de las regiones más afectadas por el COVID-19 en términos económicos y sociales, esta crisis puede ser una oportunidad para levantar la ambición climática, impulsar iniciativas público-privadas y generar un modelo de desarrollo en los países; así lo concluyeron los representantes de la Cooperación Internacional durante el webinar regional organizado por la Red Integrarse “Capital Natural: el futuro de Centroamérica y el Caribe”.

Este es el tercer webinar perteneciente a la primera ronda del programa “Encuentros Empresariales por la Sostenibilidad” bajo el tema “La Cooperación Internacional y el Sector Empresarial: Una mirada desde Centroamérica y el Caribe”, que tiene como finalidad apoyar en la formación empresarial y fortalecer las estrategias de responsabilidad social y sostenibilidad para hacer frente al entorno actual de la región.

Como participantes del panel se contó con la participación de Lidia Noches, Asesora de Alianzas Público-Privadas para el programa Biodiversidad y Negocios en Centroamérica y República Dominicana de la Cooperación alemana para el desarrollo, GIZ; Pablo Rojas, Asesor técnico Regional Senior para Euroclima+ Unión Europea; Ignacio Sánchez, Coordinador Interino de la Unidad de Eficiencia de Recursos, Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente; y Melany Riquetti, Oficial de Alianzas en Reducción del Riesgo de Desastres, Oficina Regional de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres para las Américas y el Caribe-UNDRR, Iniciativa ARISE.

Por parte de la Red Integrarse estuvieron presentes Olga Sauma, Directora Ejecutiva de AED, como moderadora; Franco Escamilla, presidente de AED y Stanley Motta, presidente de SUMARSE, encargados de las palabras de bienvenida y cierre del evento, respectivamente.

En el webinar se abordaron las vulnerabilidades de la región centroamericana en temas de cambio climático, efectos del Covid-19 y su impacto económico y social, así como el posible colapso de la biodiversidad.

Como respuesta a la pregunta sobre el enfoque de recuperación verde en la región y sus impactos, Lidia Noches explicó que el Covid-19 puede ser un detonante para cambiar las estrategias de los países y tener una recuperación económica basada en la economía verde, que de otra forma hubiera demorado más tiempo para ponerse en acción.

“Las medidas que se implementen en esta dirección podrían considerarse esa oportunidad que esperábamos para lograr impulsar la agenda de biodiversidad, movilizar el capital privado y demostrar que las perspectivas socioeconómicas que surgen de la conservación y usos sostenibles de la naturaleza resaltan la importancia de incrementar el capital natural”, dijo.

La recuperación verde, señaló, debe tener un doble impacto: ser inmediato y transformador en las tres dimensiones de la sostenibilidad, como, por ejemplo, con el empleo verde que ayuda a su vez a cerrar brechas de género, abordar el desempleo y las necesidades de grupos vulnerables, para lo cual es necesaria la labor del sector privado.

En su intervención, Pablo Rojas abordó las actividades del programa de Euroclima+ en la región, así como algunos ejemplos de aplicación de la recuperación verde.

Euroclima es un programa que tiene como objetivo fomentar la gestión integral de riesgo de desastres en el desarrollo de los países de Centroamérica para el aumento de la resilencia y la capacidad de adaptación, con la finalidad de reducir la vulnerabilidad, socioeconómica y ambiental.

Enfatizó que la prioridad actual de Euroclima son los programas dentro de la narrativa de recuperación verde como lo es Economic Advisor, con representación en distintos países de la región, así como el involucramiento del sector privado en comunidades prácticas.

También mencionó que la Cooperación Internacional premia la ambición de programas e iniciativas que impulsan la agenda climática, por lo que es necesario darles mayor protagonismo y visibilidad.

Como representante de la Coalición de Economía Circular América Latina y el Caribe, Ignacio Sánchez recalcó que la economía circular aporta soluciones tanto a la crisis planetaria como a la económica, necesaria para la recuperación.

“Nos enfrentamos a una crisis planetaria triple: climática, de pérdida de biodiversidad y de contaminación. Todo está generado, en gran medida, por los patrones de consumo y producción insostenibles que están basados en un modelo económico lineal centrado en extraer, usar y desechar. Lo que antes era importante, ahora es urgente y para ello debemos de cambiar este modelo de desarrollo”.

Comentó que más de 4,8 millones de empleos para 2030 pueden generarse a través de la economía circular en la región, aportando en la reducción de 45% de las emisiones de gases de efecto invernadero y 99% del uso de materias primas.

Melany Riquetti, aportó la visión de las Alianzas en Reducción del Riesgo de Desastres recalcando cómo el Covid-19 nos ha mostrado la interconexión de las vulnerabilidades, que son resultado de procesos no sostenibles.

Resaltó el daño que estos desastres han tenido particularmente en las zonas urbanas de Centroamérica, como resultado de una estructura y planificación que ha dejado a un lado los riesgos climáticos.

“Tenemos que cambiar la concepción de los desastres que no son naturales, son una construcción social que es un resultado de procesos incompletos o de desarrollos no sostenibles que no han tenido en cuenta el medio ambiente y las vulnerabilidades de la población”.

Habló también del Marco Sendai como el eje de las alianzas público- privadas para la reducción de riesgo de desastres. Destacó el rol del sector privado, quien es el más afectado por estos desastres, y exhortó su participación no sólo desde la responsabilidad social empresarial sino como socio estratégico del medio ambiente e inversiones e infraestructuras resilientes.

Para dar cierre al evento, Stanley Motta, presidente de Sumarse, habló acerca del lado positivo de la pandemia del COVID-19, al impulsar la agenda ambiental y el trabajo en conjunto.

“El mundo no comprendía que era vulnerable a algo y el movimiento ambiental será uno de los beneficiados del COVID-19. Las mesas deben de ser redondas, todos tenemos que trabajar juntos”.