“No pueden existir empresas exitosas en sociedades fracasadas”
-Stefan Schmidheiny
Con estas palabras, Schmidheiny subrayó la estrecha relación entre el desarrollo de una empresa y la sociedad en la cual existe. Y aunque es difícil predecir cuánto tiempo puede sobrevivir una empresa que no se adapta al desarrollo de la sociedad, es más que claro que la empresa cada vez más es parte de la sociedad y no puede existir como una isla en su propio mundo, teniendo “otro mundo” alrededor.
En la manera que la empresa se relacione con la sociedad también cambia su rol y se da cuenta que aplicando nuevos modelos —respetando los Derechos Humanos, aportando al mejoramiento del medioambiente, garantizando igualdad de género y derechos de minorías, mejorando sus relaciones con sus colaboradores, suplidores y clientes, cumpliendo las leyes y formando alianzas con las otras partes de la sociedad— se mejora su rol dentro de la misma y también juega un papel más proactivo y mejora sus resultados económicos.