El propósito de una empresa, constituye un por qué claro que mejora la adaptabilidad de ésta a un entorno cambiante. La Covid-19 tendrá consecuencias para las empresas en diversos niveles, uno de ellos desde las relaciones que ésta guarda con su entorno. ¿Por qué el propósito es clave para enfrentar esta nueva realidad?
De acuerdo con analistas del Bank of America, quienes se dieron a la tarea de recopilar las iniciativas de más de 400 empresas en Europa, Asia y América durante esta crisis sanitaria; señalan el “cambio radical” que éstas han tenido al centrar sus esfuerzos para favorecer a grupos de interés como empleados, clientes, proveedores y la comunidad en general.
Desde aquellas que realizaron donaciones de dinero o en especie, hasta las que aplazaron intereses o pagos. Iniciativas que se gestaron tanto en las grandes compañías como en las pymes, quizá estás últimas más conectadas con la comunidad en la que operan.
Aunque estas actividades de colaboración entre empresas cayeron de “anillo al dedo” durante la pandemia, es necesario mantenerlas a largo plazo en un entorno que ya ha cambiado.
Si bien, durante los últimos años se había registrado un mayor empoderamiento de los consumidores, esta crisis ha hecho más evidente la necesidad de que las empresas respondan al nivel de las circunstancias. Aquellas que han fallado en hacerlo ahora, tendrán un camino largo y difícil para recuperar su reputación y credibilidad.
Una tendencia de consumo que también se traslada a los inversores, quienes toman atención de las acciones de Responsabilidad Social Empresarial y sostenibilidad en las tomas de decisiones de inversión.
Desde y para las personas
La nueva Responsabilidad Social Empresarial post coronavirus tendrá que partir de una visión centrada en las personas, con miras al servicio y el bien común.
Esto podría garantizar inclusive la colaboración de empresas con un propósito en común en la reconstrucción de sectores especialmente golpeados por el coronavirus.
Cómo y qué comunicamos de cara a esta nueva realidad también será de suma importancia. Durante las crisis, la comunicación de los valores y propósito de las empresas es clave, tanto de manera interna como externa.
Más allá de cualquier campaña de marketing, los colaboradores se establecen no sólo como el grupo de interés más importante sino en los mejores embajadores de marca durante una época de inestabilidad e incertidumbre.
Únicamente aquellas empresas que hayan trabajado en desarrollar su propósito, más allá de los fines de su negocio, tendrán cabida en una sociedad que al menos, de momento, se quita de encima las superficialidades.